Cada cierto tiempo pienso que quiero escribir algo, pero como siempre lo digo: "la inspiración me agarra en los momentos más inadecuados". Pero hoy me di un tiempo, así que aquí les va :D
Camila caminaba de noche por un sendero para ir a su casa, ensimismada en sus propios pensamientos; últimamente había estado con muchas preocupaciones y a veces escuchaba un sonido extraño que no sabía de donde venía y que a pesar de serle incómodo, trataba de ignorarlo porque en el fondo algo le perturbaba cuando empezaba a indagar al respecto.
Ella seguía en sus pensamientos, cuando de pronto a un lado del camino vio a un conejo que miraba con tristeza una flor en el suelo, éste al darse cuenta de la presencia de Camila, le dijo: "Las flores de una galaxia distinta no pueden ser felices en el lugar equivocado". Camila se quedó mirando la flor sin entender muy bien a que se refería.
Luego el conejo continuo: "Ella debería regresar a su galaxia y no empecinarse en estar aquí, de lo contrario tarde o temprano su alma se apagará". En ese momento Camila se acercó más y comenzó a ver con más detalle la flor, la luna alumbraba la flor, así que pudo observarla cuidadosamente: era de un color rosa claro, pero las puntas estaban ligeramente teñidas de un marrón oscuro marchito. La flor a pesar de estar en aquel estado era bonita, pero inspiraba una gran tristeza a quién la viese con detenimiento.
Fue en ese momento que el conejo le dijo: "Por favor, llévala a tu galaxia, tú también te sentirás más cómoda en casa". Luego de esto el conejo se perdió en medio de la noche.
